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@jero22ind
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4/10/2013 10:34:00 a. m.
El gran Rafa Than nos habla de su trabajo y de la vida de un músico:
MI TRABAJO EN
LA ORQUESTA
Todo empieza en mi local de ensayo, con la PREPARACIÓN DEL REPERTORIO. Muchas
horas de trabajo solitario que nadie ve, pero son la base para que luego ante
el público todo salga bien. El repertorio de las orquestas varia de 50 a 70
temas, muchos de los cuales son mezclas de varios temas. En mi caso, que
realizo fechas con dos orquestas, tengo dos repertorios.
Durante el invierno para preparar las actuaciones en
condiciones hago dos series de 2h 30′ tocando sin parar, con 30′ de descanso
entre ellas. Eso implica 5h 30′ de trabajo, más preparación, calentamiento y
recogida, completan 6h de trabajo para una de las orquestas, y esto se repite
otro día para la otra. Cada uno de los repertorios tiene un día semanal como
mínimo. Además, como preparación extra para las condiciones extremas de calor
que en ocasiones se llegan a dar sobre el escenario, utilizo un calefactor de
aire, que mientras toco está en funcionamiento y apuntando hacia mi.
Una vez hecho ese trabajo viene el momento de LOS ENSAYOS en conjunto con toda la
orquesta, 1 ó 2 veces por semana, cada orquesta, de 3 a 4 horas. Eso me supone
2 a 4 ensayos semanales. Se miran temas nuevos, se repasan temas clásicos y se
hace algún arreglo o se miran detalles que luego harán que sobre el escenario
las cosas queden mucho más cuadradas. Estos ensayos suelen hacerse sobre todo
en otoño-invierno, y en primavera poco a poco van disminuyendo a medida que las
actuaciones se hacen más numerosas.
El DÍA DE LA
ACTUACIÓN nos juntamos todos en la “base de operaciones” donde
está la furgoneta esperando para comenzar a tragar kilómetros. En el viaje de
ida la gente siempre está animada, con mucha energía y ganas de tocar. El trato
con la gente es estupendo y eso hace que los viajes y el trabajo en ambas
orquestas sea mucho más agradable, y es algo que se transmite también al
público.
Al llegar al lugar de la actuación mi trabajo comienza con
el MONTAJE de la
batería, que incluye su sonorización. La tarima me espera, ya montada, y cada
pieza de la batería en su funda al pié de la misma. A fuerza de montar y
desmontar día tras día es ya casi una operación mecánica.
Acabado el montaje comienza la PRUEBA DE SONIDO. Es un trabajo muy
importante, tanto por la parte que nos implica a los músicos, que debemos conseguir
tener un sonido en los monitores que nos facilite tocar cómodos, como del
técnico de sacar el mejor sonido posible para el público.
Es ahora el momento de ir a cenar y esperar que llegue el momento de subir al escenario. Normalmente me
gusta esperar sentado, relajándome y si disponemos de camerino intento aislarme
un poco para concentrarme en el trabajo que queda por delante y calentar un
poco.
Cuando ya se acerca la hora, es
el momento de CAMBIARSE y ponerse la ropa de la primera parte. Normalmente se
hace la actuación en dos partes, si bien hay casos excepcionales en que se
puede hacer todo seguido, o hacer tres partes. La primera parte suele empezar
con unos momentos de música tranquila y melódica, para luego abordar ya música
de baile de lo más variada, y nuestro vestuario en este caso es más serio y
formal.
Llega pues el momento de salir
al escenario, sentarse tras la batería, coger las baquetas, respirar hondo… y
¡¡¡¡COMIENZA EL ESPECTÁCULO!!!!
Llegado el DESCANSO, es momento
de relajarse y descansar. También de cambiarse de ropa y ponerse más “moderno”
e informal de cara a la segunda parte, cuyo repertorio se compone de canciones
de pop y rock de lo más variado en épocas y estilos. Si disponemos de camerino
me gusta estar en él para poder sentarme y aislarme un poco del ruido y de la
música que suena, que en ocasiones viene de una disco-móvil.
Terminado el descanso llega la
hora de echar el resto… ¡¡¡EL ESPECTÁCULO CONTINÚA!!!
Más de tres horas de actuación
es realmente un esfuerzo físico muy importante, y más considerando las
circunstancias en que se realiza… rodeado de focos que emiten gran calor, con
el humo, con la concentración y tensión que existe sobre el escenario. Se
disfruta mucho la actuación, pero el momento de terminar y despedirse del
público se agradece también.
Tras un breve descanso, el
trabajo continua para mi, DESMONTANDO LA BATERÍA. Es un trabajo que no lleva
demasiado tiempo, si bien es importante hacerlo bien y dejar cada cosa en su
sitio, ya que de ello depende facilitar el montaje del siguiente día. Casi
siempre, sobre todo en verano, el alba de un nuevo día me encuentra en esta
tarea…
Es hora de volver a casa, y en
la furgoneta la excitación y el jolgorio de la ida, se convierte en cansancio y
relajación después de todas las horas de trabajo, que están a punto de
concluir. En los asientos traseros, la gran mayoría de gente duerme, mientras
la carretera pasa kilometro tras kilómetro ante los ojos del conductor.
Al llegar, despedida y hasta la
próxima actuación… en ocasiones muy cercana, o incluso el mismo día, y en otras
ocasiones más lejana.
Aparte de lo que es tocar música
en sí, este trabajo tiene otra serie de facetas y obligaciones, menos
frecuentes, que son importantes también.
Por ejemplo, de vez en cuando hay que hacerse fotos para
los catálogos de publicidad de la orquesta, que son una gran ayuda a la hora de
conseguir actuaciones. El diseño y las fotos son importantísimas, y siempre hay
profesionales tras ello. Las sesiones de fotos suelen ser bastante largas, y hay
gente a la que le hacen pasar malos ratos… a mí, personalmente, me parecen
bastante entretenidas.
Otro trabajo necesario con cierta frecuencia es el
mantenimiento del equipo. En mi caso, eso requiere ocasionalmente cambios de
parches, afinación, limpieza…
Siempre he dicho que trabajos como este son vocacionales,
es decir, te tienen que gustar… de lo contrario es difícil aguantar años con
las exigencias de trabajo que tiene. Es curioso que, hace poco, una persona
hablando de mi trabajo me decía que vaya suerte tenía, que en verano unos
cuantos conciertos y en invierno a estar de relax sin hacer nada…. Esto es
frecuente, y parte del desconocimiento general hacia este tipo de trabajos.
Porque, incluso más allá de los ensayos y del estudio del repertorio, está el
estudio personal, sobre todo en cuanto a técnica, que uno debe hacer, no solo
para mantener el nivel, sino para aumentarlo en la medida de lo posible.
No todas las canciones que se proponen en el repertorio
van a salirte bien a la primera, incluso
alguna puede estar fuera de tu alcance técnico, y entra dentro de tu
responsabilidad, y, por qué no decirlo, también dentro de tu orgullo
profesional como músico, el ser capaz de superarte y vencer estas dificultades,
y esto… son muchas horas de estudio en solitario, requiere disciplina y
concentración, y en ocasiones puede resultar realmente complicado, pero cuando
se consigue, la recompensa es enorme.
Por eso, incluso en mi casa tengo una habitación destinada
al estudio, con una batería electrónica para evitar en la medida de lo posible
las molestias a vecinos. Así, juntando las horas en el local, con las de casa,
es realmente importante la dedicación que doy a mi instrumento, que no es otra
que la que necesita. Es muy raro que esté dos días seguidos sin tocar la
batería de una forma u otra.
Pero desde luego, hay algo en lo que no se equivocaba esta
persona, y es que efectívamente me siento afortunado. No porque mi trabajo sea
fácil, pocos lo son en realidad, sino porque realmente disfruto de él, me
dedico a hacer lo que más amo en el mundo, que es tocar la batería, y, aunque
en ocasiones el mundo que lo rodea no es en absoluto agradable, en otras puedes
disfrutar de viajes y sitios estupendos, y la compañía de buena gente.
Así, a lo largo del tiempo uno va recorriendo los más
variados sitios, distintos pueblos, con algunas costumbres compartidas, y otras
muy diferentes. Gente de todo tipo, escenarios de todo tipo…
Por supuesto, mi trabajo va más allá de la orquesta. Doy
clases particulares de batería y suelo colaborar de distintas formas con
distintos proyectos y formaciones, en grabaciones y actuaciones en directo.
Pero eso es otra historia.
Este es un resumen de tres posts que escribí en mi blog
hace unos años, con la intención de que la gente conociera un poco mejor lo que
es realmente el día a día de una persona que intenta sobrevivir en el mundo
mediante la música. En este caso habla de mi trabajo, que era... y sigue
siendo, tocar la batería, si bien, desde el momento en que lo escribí la cosa
ha cambiado en ciertos aspectos.
Os dejo los enlaces por si queréis leer los posts
enteros, y ver las fotos que contienen... personalmente os animo a hacerlo, y a
darme vuestra opinión.
De momento, si has leído este resumen conoces un poco
mejor mi trabajo, que, más que eso, al cabo de un tiempo se transforma en una
forma de vida.
Rafa-Than
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