Rufus T. Firefly (reseña concierto el Sol)

La sala el Sol ha sido testigo de la noche en la que Rufid T. Firefly han agrandado su historia con un concierto sublime.


Al filo de las 22:30 el quinteto salía al escenario, empezaban a afinar mientras Victor entonaba el primer corte con su voz templada y buscando los tonos perfectos acordes con su eléctrica mientras Sara miraba con asombro como la sala enmudecía para disfrutar de la poesía en movimiento de La historia secreta de nuestra obsolencia programada,  casi cuatro minutos de paraíso vividos en el inicio con tan solo la voz y la maestría de Victor.  Pero era el momento de meternos en el universo de la banda y de ver a Sara, Julia, Charly y Alberto junto a Victor, el quinteto  que estaba predestinado a hacer que en casi una hora y media viviésemos un universo paralelo perfecto. Era el momento de mezclar los sonidos de la banda en directo y perdernos en la belleza de Test de Voight-Kampff,  un corte donde las guitarras rugian y jugaban a placer mientras los teclados y el bajo seguían a una percusión sublime, la sala repetía Es imposible parar su luz  junto a la banda y tras unos instantes  llenos de fuerza y con muchos matices se hizo el silencio y la sala empezó a aplaudir  y como ellos mismos dicen La suerte no es una opción  y ellos ya estaban coronándose con ese inicio.

Rufus seguía por su camino y El día de la bicicleta  irrumpió e hizo las delicias del respetable con su universo paralelo y las guitarras cargadas con cortos delay mientras Victor interpretaba la letra  recordando al mejor  Lou Reed, cuando pronunció No volverás a ser igual  la sala quiso arroparle y  disfrutar de una parte instrumental super potente gracias a los dos guitarras y la percusión medida. Asa ni masa  sería el puente a otro estadio del concierto, el tema donde  se ajustaría cada uno de los instrumentos y donde Julía  podría lucirse por primera vez, el mano a mano de los chicos del grupo junto a Sara para llegar al ritmo de Julia sacaría el aplauso de la sala y levantaría pasiones, no se les notaba cansancio y el concierto llegaba a ese toque intimista donde Victor miraría al respetables y les diría con los ojos GRACIAS, el corte sonaba fiel a lo que quiere transmitir en el disco pero con ese toque de genaialidad del directo, teclados sublimes con la supervisión de Victor y para terminar un final por todo lo alto y una bocanada de aire para empezar con un tema nuevo.


Ruidos  y Sueños  junto a El septimo continente  se encargarían de acercarnos más al escenario, la acústica relucía y la voz de Victor nos decía "sois cojonudos"  mientras en el escenario se hacía gala de la delicadeza en Ruidos  y Sueños  con el toque de euforia del segundo y tercer tercio del corte creando la atmñósfera que nos adentraría en El séptimo continente,  nos haría perder la cabeza dado que extrapolaría todo lo que tiene de increíble en el disco, momentos llenos de sonidos interesantes y como un martillo una frase Sabes que no queda demasiado tiempo jadeada por el respetable, tras la primera embestida un momento instrumental sublime, guitarras distorsionadas y volveríamos a la paz y otra vez vuelta a empezar con Julia ejerciendo su dictadura de sonidos marciales y potentes.  Era el momento de mirar a los amigos y de que se empezase a perfilar el final.

Somos el enemigo, Alt, Otras vidas  y  (escribe aquí el nombre de la persona a la que más quieras)  serían un batallón de temas con apoteosis final, el momento de disfrutar de desconectar, jugaron al despiste sonoro y a la sorpresa directa, nadie  se esperaba que estos cuatro cortes fuesen tan perfectos (y lo fueron), hicieron  que los casi quince minutos de los cuatro cortes fuesen una montaña rusa con un final paradisíaco, otro momento que era necesario degustar y que nos hizo revivir y olvidar las penas y que a mi personalmente me sacó la lagrimilla y pensar que esta banda es patrimonio de la humanidad.   Llegarían las despedidas y su corte  perfecto Ya de niños odiaban la música,  los golpes sonoros y las ejecuciones al límite  exaltarian al respetable, la prensa y los fans unidos  y pidiendo más caña, Rufus disfrutando y dejándose la piel y en especial Victor desafiando a la sala en una lucha de poder que ganaría de calle, su voz decía todo, a mi me  transmitia  "Este corte es el corte que os hará terminar extenuados sabiendo que ha sido el concierto perfecto",  llegaría Incendio suicida  con Dani de Pasajero, un timbál, dúo de voces  y vals cósmico, indescriptible y como sucede en el tema en el disco extasiante,  en el que dos púgiles lucharían en el mismo bando.  Dentro de 7500 años sería la despedida, tras un corte sublime poco a poco dejarían el escenario y la dulce Julia antes de dejarlo se pondría en el escenario para recitar con su preciosa voz unas palabras que se quedaron a fuego.

No sería difícil que volviesen a salir al escenario, El gran salto  sería el corte de calentamiento (demasiado perfecto),  con la versión de Tame Impala de elephant  la sala se caería del todo, darían la vuelta al tema, nos haría saltar y disfrutar más que en el propio corte de Tame Impala, era el momento de Sara y de que Victor se  soltase del todo (previamente había dejado la guitarra pero ya no tenía presión),  en definitiva habían clavado una cover difícil. La gran Mentira  sería la despedida y el chorro de sonidos y de ideas de la banda en el directo se pondrían de manifiesto y nos dejaría completamente extasiados. ¿Qué más se podría pedir a un corte como este al final? Absolutamente nada, rufus había dado el concierto del siglo y seguro que lo repiten.





Set List:

La historia secreta de nuestra obsolencia programada

Test de Voight-Kampff

El día de la bicicleta

Asa nisi masa

Ruidos y sueños

El séptimo continente

Somos el enemigo

Alt

Otras vidas

(escribe aquí el nombre de la persona a la que más quieras)

Ya de niños odiaban la música

Incendiosuicidad

Dentro de 7500 años

--------------------------------

El gran salto

Elephant

La gran Mentira


 @jero22ind

0 comentarios :

Publicar un comentario

Puedes comentar lo que estimes oportuno