Rayden, amor y admiración en La Riviera

Rayden en La Riviera
Rayden y toda la familia que rodea a la banda brindaron y celebraron una primera parte de la despedida en La Riviera, un show lleno de emociones, admiración y mucho amor.

Cuando se anunciaban los conciertos de Rayden en La Riviera tras cancelar por lluvia en el Festival Gigante sabíamos que las dos fechas pasarían a ser la despedida que muchos fans esperaban.

Rayden en La Riviera
El concierto empezaba con algo de retraso con respecto a la hora prevista, no por ello ofrecería menos de 90 minutos de concierto. Con toda la gente dentro y las ganas de despedir (para muchos) esta etapa David y toda la banda salía con esa sensación de que sería más especial que la gira de despedida, no era una sensación errónea, lo que se pudo vivir en este concierto ha sido especial (y eso que quedaba otra noche como bien se recordó en un comentario). Como bien se recordaría en este concierto en varias ocasiones la selección de canciones y los mensaje cambiaban (no solo las letras en algunos momentos), muchas canciones tenían otros matices, se dejaban sentir de otra manera y desde La patria de los ausentes se notaba que todo el mundo estaba en casa, con ese primer tema en forma de declaración de intenciones toda la banda empezaba este viaje, en sus ojos se notaban la mezcla de sentimientos (nervios, incertidumbre, ganas y sobre todo una especie de ganas de vivir el momento), seguirían Gargantúa y No hago rap y Pólvora Mojada en una primera parte a modo de introducción donde se notaba que querían ir a por todas, dar el mejor espectáculo y dejar que las canciones hablasen por si solas, en el fondo la gente quería disfrutar de las canciones y cuantas más mejor, esto permitiría entender que las palabras serían las justas y es que en todo momento la banda agradecía cada paso, el propio Rayden recordaba los pasos de la banda y los asistentes vitorearon a la banda y pedían que esta despedida no fuera tal (esto pasaba mientas en la parte final David hablaba de las sensaciones vividas este tiempo, de las horas previas al show y de todo lo que estaba presente en su cabeza, quedaba claro que esta decisión era meditada y que el futuro siempre puede ser incierto).

Rayden en La Riviera
La decisión de la banda de no invitar a nadie que no fuera parte de la banda (contando con parte de su crew en las colaboraciones (Siete y con Isma que colaboraron en Pan, Circo, Ajo y Agua y en Finisterre), este concierto merecía ser disfrutado de esta manera por toda la banda y se notaba en todos los temas, en especial en A mi yo de ayer, Habla Bajito y Calle de la llorería. Lo cierto es que el concierto se pasó realmente rápido, pero en ciertos puntos las canciones cobraban otro significado y quedaba esa sensación de que en mucho tiempo no volverá a sonar en directo, en este aspecto Nunca será siempre, El mejor de tus errores o Solo los amantes sobreviven marcaban ese lado más sentimental que estaba presente en todo el concierto (en la sala y escenario se escaparon algunas lágrimas), pero hay que destacar que estos amigos y compañeros de banda estaban haciendo lo que mejor saben hacer en un escenario, disfrutando y dejando ese recuerdo como se notó en Imperdible y ya en el final Haz de Luz miraba al futuro, ese futuro donde seguro que los fans agradecerán ese nuevo concierto, lo importante es volverse a ver. 
Rayden en La Riviera

La Mujer Cactus y el hombre globo dejaban una sorpresa (aparecieron globos durante todo el tema), ya en la recta final quedaba ese último instante en La matemática de la carne y el confeti final, el aplauso y el último baile ya con toda la banda, ese grupo de amigos que poco a poco se fueron sumando a un viaje de canciones que perdurarán en el tiempo y que han logrado cosas que solo los proyectos con corazón pueden lograr. 

Cerraremos este pequeño viaje con un agradecimiento sincero a toda la banda, pero en especial a David por crear estas canciones y llevarlas a los escenarios, crear esos sentimientos en la gente y por demostrar que la música es un lenguaje universal.

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