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@jero22ind
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12/26/2025 11:38:00 a. m.
Ante el cierre de año de Alcalá Norte en Madrid nos quedaba la sensación de que la noche sería especial, e su última noche en la sala madrileña confirmaron su gran momento.
Era una noche de lunes rara, era una noche donde los fans estaban esperando una noche más y así se hizo, una noche donde todo pasó como debía, ahora solo queda esperar a la nueva etapa.
Contaron con Lucy como banda invitada para abrir el concierto, un set corto pero interesante y la sensación de que tienen mucho más que decir. El concierto de Alcalá Norte empezaba algo más tarde de las 21:00 pero con todo el ritual necesario para que fuera una de esas grandes fechas, no solo por que su siguiente fecha en Madrid será en 2027, era la forma de cerrar el año. Estos seis amigos se subían al escenario de la sala tras esa introducción con Barbosa y su bota de vino, desde ahí todo sería una fiesta donde parecía que estaban en un club de unas 200 personas. Dr. Kozev como primera canción y mucha presencia, una forma de "caldear" a la sala, una forma de demostrar que todo sería una noche de cantar las canciones y es que tras este primer corte Supermán y El Guerrero Marroquí llegaban junto a 420N y el power ranger verde como uno de esos momentos más esperados. Lo que estaba pasando en el escenario era una demostración de esa amistad de la propia banda con Carlos, René y Admin - Pablo-dando juego.
La configuración era la siguiente, por un lado René, Barbosa y Laura a la zaga mientas Pablo, Carlos y Álvaro estaban en primera fila con un poco más de exposición. En el repertorio escuchamos varias referencias que hicieron propias como fueron 10K, El Rey de los Judios (Un Cosquilleo), Icare o Gimme!, Gimme!, Gimme!. Cuatro canciones que son cuatro apuestas distintas pero que a la vez muestran la personalidad de la banda, desde dos versiones de grupo de la escena a una versión de Fils de Lucifer o una versión de un clásico de Abba, quizá pueda parecer una mezcla extraña pero en parte eso es la magia de la banda de Madrid, una banda que ha hecho que todo su disco tenga el cariño de los fans, que hacen que el pogo cuando aparece sea especial o que cuando Álvaro se baja del escenario todo sea algo distinto.
A nivel técnico el sonido estaba dentro de lo esperado, momentos como los vividos en La sangre del pobre y en La Calle Elfo con el respetable cantando por encima del sonido y todo ese carisma e iconografía de la banda hicieron que este cierre de año y su paso por La Riviera es una forma de cerrar una etapa pensando en el futuro. Ahora solo queda esperar el nuevo disco y esos nuevos directos pero ante todo hicieron que la sala de Madrid pareciera uno de los clubs donde todo empezó.
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