Veladas Polifónicas (reseña Sala Siroco)

Anoche en Siroco, bajo la propuesta de Davile Matellán, vivimos  una razón más para luchar por la cultura. Nacen  las Veladas polifónicas:



El maestro de ceremonias don Davile Matellán, presentó el proyecto y nos regaló Cosmovisión  y  nubes sintéticas,  dos cortes muy interesantes y que demostraban que Davile  quería hacer una velada especial y mostrarnos temas de su nuevo trabajo, pero era el momento de Amarillo Limón (Almu) que nos presentaría alguno de sus cortes con banda y un corte muy personal en solitario y con la fuerza de una acústica y de su increíble voz. Segunda Mano  abriría su concierto con la delicadeza de los acordes medidos y la candidez perfecta, poco a poco nos adentraríamos en el mundo de sus letras y llegaría Intentalo otra vez  para quedarse otra vez en el subconsciente, cambiaría el ritmo con un corte inspirado en uno de los trabajos de Rubén Darío,  Sinfonía en mis menor, un corte simplemente brutal, cambiaría el tempo para ofrecernos un corte distinto, intenso en si mismo y muy potente y lleno de sentimientos, una letra preciosa que arrancaría los aplausos del respetable. La Repisa  terminaría su pequeña aparición con la fuerza de los dos primeros cortes.


Davile volvería al escenario para tocar En un mundo contigo,  una vez más arrancaría los aplausos y la expectación del respetable, daría paso a Jaime Rayo, el rockero  se desnudaría del resto de instrumentos para dejarse como pieles su voz y la acústica para empezar con Tramoyista, dureza y fiereza que no se alejaría de este portento, poco a poco sus cambios de ritmo y su estilo con la acústica nos dejarían con la boca abierta, En otra dirección  aparecería para quedarse, otro corte contundente que estará en su nuevo trabajo, recordemos que será eléctrico pero aquí vimos las directrices, Que se lo lleve el viento seria un corte cercano a la despedida, sería un poco más intimista pero sin perder la fuerza de los anteriores, la despedida correría a cargo de  Trafalgar,  un corte bello y lleno de virtuosismo en la acústica, sería el momento de que Matellán le acompañase y a dos voces interpretasen Los Dirigibles  (bajo la atenta mirad de Mäbu), preciosa y con más fuerza que nunca, escucharla a dos voces masculinas hizo que conociésemos una nueva versión del mismo.

Davile decidió tocar Espidifen, un corte que con respecto a sus previas interpretaciones en directo, sonó con mucha menos fuerza pero con más intensidad, jugando con acordes y tonos vocales, Davile se permitiría el lujo (y de forma sublime) de cambiar tempos y de interactuar con el respetable. Subiría Lara Morello, la cantautora de cantautoras, 7 minutos  (recordando a un corte de Cyndi Laumper como ella misma diría) pero con su personal voz y con un cambio de acústica de forma obligada que haría que el corte sonase de forma sublime, de verdad que es un corte increíble que está en internet,  Otoño  nos envolvería en nostalgia pero sin perder la fuerza que irradia Lara, Psicodélica   se presentaría como un corte especial y en efecto era ese corte perfecto el corte que coronaría la cima sonora y terminaría de lanzar puentes con el respetable.  You'll never be alone  sería el corte final, se atrevería con el inglés y terminaría de dar el resto con la acústica para despedirse y demostrar que tiene un futuro prometedor, a mi me ha enamorado su música, esperemos verla pronto.

Davile volvería al escenario con Fran Menendez para hacer un mano a mano en Los Dirigibles,  otra vez  supo rodearse d gente grande, Fran hizo que el corte sonase de forma tan especial y sublime que el aplauso empezó desde antes que terminase, Xavier Piñeiro  se subiría al escenario para desgranar y ofrecer cuatro de sus cortes, Culpable  nos dejaría su voz agridulze pero perfecta unida a una forma especial de buscar el sonido con su guitarra, letras perfectas con una interpretación perfecta, En el bosque  se deslizaría por la sala, nos llenaría de sentimientos y nos haría desear que no terminase, conectó el escenario con el respetable, nos adentró en su mundo y en el caso de Meta,  nos dejó con la boca más abierta todavía, nos adentró en su mundo una vez más y todo terminaría con Irreal,  el broche de oro a la perfecta actuación del genio. Un grande y un placer escucharle.

 Todo terminaría con una versión desenchufada de Los dirigibles,  Matellán rodeado del público moviéndose por la sala y con el respetable cantando, en ese momento se supo que los afortunados de la sala Siroco quieren compartir la cultura y no perder la ilusión.




@jero22ind



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